La literatura focalizada en las sanciones y la crisis en Venezuela desde el año 2017 hasta 2020, tenía dos narrativas. En la primera, se mostraban las sanciones de Estados Unidos como causas principales o secundarias de la crisis actual del país, todo complejizado por una baja de la producción petrolera mundial a partir del año 2014. La segunda se centraba en tejer un discurso que abogaba por restablecer la democracia y derechos humanos en Venezuela. Ambos discursos, hermanados y anclados en la polarización política, contaban y aún cuentan con una poderosa maquinaria comunicacional para producir y reciclar las estigmatizaciones. Ninguna de estas posturas se encuadraba en los rostros humanos, ni se narraba a partir de cómo se vivían las crisis en el cuerpo social más importante de Venezuela: las familias. La investigación de este libro se centró en, primero, recoger los imaginarios y representaciones sociales tanto del bloqueo y cómo estaban resolviendo las crisis los núcleos familiares, y, segundo, las narrativas y retóricas en el diseño, organización y aplicación de políticas públicas en dichas comunidades, todo a través de una investigación cualitativa con enfoque hermenéutico, desarrollada en plena declaratoria de pandemia por Covid-19 en Barinas, Carabobo, Caracas, Mérida y Zulia.

Institución: Fundación Red de Antropologías del Sur - REDAS | Venezuela